Que las opiniones de los demás no influyan en tus decisiones

Algo que siempre me ha puesto los pelos de punta es que la gente opine cuando no se lo pides... Seguramente te ha pasado que empiezas a hacer algo diferente con tus hijos... y la gente empieza a opinar por todo. ¿Cuántas veces has tomado una decisión y luego luego tu familia o amigas te lanzan un fusil de comentarios que te confunden terriblemente, te sabotean y lo peor, acabas haciéndoles caso y sintiéndote frustrada? Esto pasa mucho y sobretodo cuando tomas una decisión en algo referente a tus hijos. Bueno, pues parece que tu hijo es hijo de todo el mundo y todos opinan. ¿Sabes qué era lo que más me molestaba? Que me dijeran qué hacer cuando nadie conoce a mis hijas como yo y peor aún, odiaba esa voz de “autoridad” con la que opinaban. Sentía mucha frustración, porque muchas veces las opiniones venían de personas muy cercanas y no sabía cómo poner un alto sin lastimarlas. Cada mamá somos un mundo y tomamos nuestras decisiones de acuerdo a nuestras propias experiencias, creencias, información que hemos recibido y educación que nos dieron nuestras mamás. Hay miles de formas de pensar tan distintas, pero siempre me llama la atención cómo llegamos a la misma conclusión: queremos darle a nuestros hijos lo mejor y con ese deseo tomamos decisiones a diario con el fin de que su vida sea en todos los sentidos positiva. La mayor parte de las decisiones que tomamos están ligadas con nuestra intuición, pues nosotras sabemos perfectamente lo que necesitan nuestros hijos, los conocemos mejor que nadie, pero creo que es necesario tener encendida la conexión con nosotras mismas y ser firmes con nuestras creencias, para que las opiniones de los demás no influyan en nuestras decisiones. Cuando cambié la alimentación en mi familia y empecé a quitar cosas en la alacena como el azúcar, los dulces, alimentos procesados, etc, me topé con pared cuando íbamos a otras casas (por ejemplo a la de los abuelos), hacía coraje cuando le daban a mis hijas cualquier cosa o cuando sobrepasaban mi autoridad. Es cuanto puse un freno y dije ¡Basta!, la capitana en la salud y nutrición de mis hijas soy yo, nadie más, el papá es mi apoyo, mi copiloto, pero yo soy la guía. Tuve que ser fuerte en mis convicciones para mostrar autoridad y que mis decisiones fueran respetadas. Yo sé que estás en este camino de salud y que tienes un nivel de consciencia más alto, te interesa que tus hijos crezcan sanos, fuertes y quieres ¡cambiar al mundo! Por suerte somos cada vez más mamás con la misma intención y es importante que nos unamos para contagiar a más mamás a que tomen la decisión de dar lo mejor a sus hijos sin importar lo que los demás digan. Aquí te dejo algunos tips para que sigas decidiendo desde el corazón -como lo has hecho- y lo hagas con mayor asertividad:

• Cuando eres mamá de niños pequeños, la decisión sobre su alimentación la tienes tú. Ni la industria, ni la familia, ni la abuelita debe decidir cómo alimentar a tu pequeño.

• Créete cuando te digo: “Tú eres la capitana” y quien pilotea el barco. Lo que hagas hoy serán la calidad de salud de tu hijo mañana.

• Decide siempre por la salud: Mi querida amiga Montse Moze dice que las decisiones que tomas por los inmediatos 10 minutos, impactarán la vida de tus hijos por los próximos 10 años. Quiere decir que por darle gusto a alquien más permites que coman lo que sea impactará su salud en los próximos 10 años (o más)

• Toma decisiones firmes y escríbelas, haz acuerdos y que tu familia esté al tanto, inspíralos para que en lugar de ser una lucha de poder, se forme un equipo en donde todos ganen.
  

Muy pronto te daré más detalles sobre el taller para mamás que estamos preparando Montse Moze y yo en donde te daremos las herramientas para que puedas tomar las mejores decisiones y seas quien piloteé el barco con toda la seguridad y amor. ¡Espera noticias pronto! Con amor, Anilú